Hace unos días leí un artículo de Umair Haque en la publicación electrónica de Médium Daily Digest, sobre "Por qué Estados Unidos es el primer país rico pobre del mundo" (Why America is the World’s First Poor Rich Country). Me pareció impresionante el análisis que hace el autor para llegar a su conclusión.
El autor menciona que las estadísticas en los Estados Unidos dicen muy poco sobre este aspecto, pero si unimos muchos hechos en los que vive la sociedad norteamericana promedio, estos hechos dicen mucho. Estados Unidos, al parecer, se está convirtiendo en algo así como el primer país rico pobre del mundo. Y ese es el elefante en la habitación que no captamos del todo. Después de todo, el autoritarismo y el extremismo no surgen en las sociedades prósperas, sino en las problemáticas, que se empobrecen cada vez más, como Estados Unidos es hoy. El autor se auto pregunta: ¿Qué quiero decir con todo eso?
El autor se refiere a que los Estados Unidos no vive en pobreza absoluta. Los estadounidenses no viven con unos pocos dólares al día, en general, como otras personas en Somalía o Bangladesh. El ingreso promedio de Estados Unidos sigue siendo el de un país rico, alrededor de $50 mil dolares anuales, un promedio de $4,000 dolares mensuales. El autor plantea que la clase media está implosiando. Los Estados Unidos parece ser pionero en un nuevo tipo de pobreza por completo. Es una situación descrita por el autor como vivir al file del cuchillo, estar constantemente al borde de la ruina, a un paso de la catástrofe y el desastre, siempre a riesgo de caerse por el barranco. Tiene dos componentes: inflación masiva para los aspectos básicos de la vida, junto con aplastamiento, riesgo asimétrico.
El estadounidense promedio tiene un ingreso relativamente alto, viéndolo simplemente, como el de una persona en un país nominalmente rico. Su ingreso no llega muy lejos, al considerar que la mayor parte se consume al tratar de permitirse los conceptos básicos de la vida. Cuando vemos cuán altos son los costos de atención médica, luego está la educación. El transporte, los intereses económicos en los préstamos y tarjetas de créditos y el alquiler de vivienda. En adición, están los medios de entretenimiento y las comunicaciones, el cuidado de niños y ancianos. Todas estas cosas reducen al estadounidense promedio a vivir constantemente al borde de la ruina: un sueldo lejos de la miseria, pero en una emergencia está al riego de perder lo todo.
Cuando comparamos con otros países como europeos, Canadá e incluso Australia, la sociedad invierte en todas estas cosas, y los costos de las necesidades básicas que las sociedades no brindan están regulados. Por ejemplo, el autor menciona que en Londres se pago $50 dólares por banda ancha y TV, pero en Estados Unidos son $200 por lo mismo en Nueva York, pero en Londres recibo muchísimo más y mejores medios por la misma cantidad. Hay que recordar que la mayoría de los servicios de salud en Europa están subvencionados por el estado y los servicios de cuidado de ancianos también, esto hace abaratar los costos y más dinero en la manos del ciudadano, y la esperanza de vida también es más larga.
Por lo tanto, si ganas $50 mil en Estados Unidos, es algo muy diferente a ganar $50 mil en Francia, Alemania o Suecia: en Estados Unidos, debe pagar por lo básico de la vida, por necesidades básicas. Por lo tanto, los ingresos se extienden mucho más en otros países, que disfrutan de una calidad de vida mucho mayor, a pesar de que las personas allí ganan aproximadamente la misma cantidad, porque pagan mucho menos por las necesidades básicas. Los estadounidenses son ricos, pero solo nominalmente: su dinero no compra tanto como sus pares, donde es más importante y lo más importante, para los conceptos básicos de la vida.
¿Qué sucede cuando las sociedades no comprenden todo lo anterior? Bueno, algo extraño le ha sucedido a la economía estadounidense. Si bien es cierto que cosas como televisores y Playstations se han abaratado, los costos de los conceptos básicos de la vida se han disparado. Todas las cosas que realmente elevan la calidad de vida de las personas (salud, finanzas, educación, transporte, vivienda, etc.) han llegado a consumir una parte tan grande del ingreso promedio de los hogares que les queda muy poco para ahorrar, invertir o gastar en cualquier otra cosa. Y lo que es peor, mientras que los aspectos básicos de la vida han visto una inflación masiva, los salarios y los ingresos (sin mencionar ahorros y beneficios y redes de seguridad y oportunidades) para la mayoría se han estancado. El resultado es una economía, y una sociedad, que está colapsando.
Esto lleva al estadounidense promedio a pedir pedir más prestado, solo para mantener una calidad de vida decente, porque al darle al capitalismo el control de los aspectos básicos de la vida ha causado una inflación masiva y vertiginosa en necesidades, mientras ha reducido sus ingresos.
Los planes de salud no solían costar la mitad del ingreso medio, incluso hace una década, pero ahora sí. Entonces, ¿qué sucede cuando, en una década o dos, el cuidado de la salud cuesta todos los ingresos medios? ¿Cómo puede una economía, y mucho menos una sociedad, funcionar de esa manera?
Bueno, ¿qué pasa si el estadounidense promedio se interpone en la línea? ¿Pierde un pago de hipoteca, se enferma y no puede pagar algunas cuentas a tiempo, no puede pagar los costos de la atención médica? Entonces son castigados severamente y sin piedad. Su "calificación de crédito" (tenga en cuenta cómo los bancos y los fondos de cobertura no los tienen) se arruina. Pueden encontrarse fácilmente en la calle, sin financiación, sin una segunda oportunidad, sin acceso a ningún tipo de reparación o apoyo. Y luego son rechazados, rechazados y excluidos. Puede que ya no tengan una dirección, entonces, ¿quién los contratará? Ya no son parte de la sociedad, han caído por las grietas, y encontrar el camino de regreso a menudo es casi imposible. Riesgo asimétrico: las corporaciones, los lobbies y los bancos no corren ningún riesgo, precisamente porque el estadounidense promedio los soporta a todos ahora.
Estados Unidos es pionero en un nuevo tipo de pobreza. El tipo de pobreza que se desarrolla en Estados Unidos no es simplemente extraño y atroz: es novedoso e invisible. No es algo que comprendamos bien, economistas, intelectuales, pensadores, porque no tenemos un buen marco para pensar en ello. No es la pobreza absoluta como Somalia, y no es solo la pobreza relativa, como en las repúblicas bananeras doradas. Es una creación exclusivamente estadounidense. Es el capitalismo extremo el encuentro con el darwinismo social a través de una fuerte confianza en sí mismo cruzada con crueldad puritana.
El tipo de pobreza que los pioneros de América hoy en día no son absolutos, ni siquiera relativos, sino algo más como pobreza perfectamente ajustada, pobreza estratégica, pobreza básica, personas nominalmente acomodadas cuyo dinero no llega lo suficientemente lejos como para hacer que realmente vivan bien, constantemente viviendo al borde de la ruina, y así forzados a sofocar su amarga ira y servir a los mismos sistemas que oprimen y subyugan con más y más indignidad y miedo y servilismo por año.
Estados Unidos sigue siendo un innovador hoy. Desafortunadamente, lo que está innovando ahora es un nuevo tipo de pobreza. Sin embargo, la pobreza es pobreza. ¿Qué sucede en las sociedades donde la pobreza está creciendo? Aumenta el autoritarismo, ya que las personas pierden la fe en la democracia, que no parece ofrecerles contratos sociales de trabajo.
El objetivo de este blog es proveer información y opinión sobre los temas de actualidad en el país.
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